13 de mayo de 2015

La Cinta Rosa 8. Atrevida.

En el último mes supe de algunos nuevos diagnósticos de cáncer. A pesar de que vengo llevando como la mierda lo de la meditación me senté deliberadamente a enviar unos pensamientos con onda para mis nuevos colegas.

Hace unas horas supe de un diagnóstico que me apenó en particular. Probablemente porque había charlado un rato con ella hace poco, en una sala de espera. O porque conozco a sus hijos, quién sabe.

Bueno, doñita. Usté y yo no somos amigas. Naturalmente, entonces, no formo parte de su grupo de apoyo. Pero si se le da por ponerse a leer blogs, esto es lo que yo le diría, de onda. De buena onda. Y de pura atrevida nomás que soy.



Prequirúrgico
1. No es fácil elegir médico, ni cirujano ni nada. Yo me quedé con el que me propuso abrirme una sola vez y fue una buena decisión.
Las cirugías son estresantes y dolorosas, lo mejor es pasar por el quirófano la menor cantidad de veces posible.

2. Pare de sufrir. Ahora, ya mismo. No digo que sea fácil. Pero tampoco es extremadamente difícil y mucho menos imposible. Pará de llorar y de preocuparte. Y dejá de ver a personas que lloran y se preocupan delante de tus narices. La cosa es así: tenés un tumor, te lo van a sacar, vas a hacer el tratamiento y listo. Vas a estar bien. (Yo estoy bien, aquí, escribiendo, mirame). Pero es importante cortar ya con el stress descontrolado, porque necesitás las defensas altas, altísimas, por al menos doce meses más

3. Pida el correspondiente certificado médico y no vaya a laburar.

Postquirúrgico
1. Te despertás de la cirugía. Duele. La estética te importa un carajo en ese momento. Duele. Dón guorri, tome los analgésicos. Si no le sirven, pida más. No pasa nada si te dopás por unos días hasta que el dolor afloje.

2. Probablemente te pongan un drenaje por donde sale el líquido para que no se acumule en la herida. Mi marido es cirujano frustrado y enfermero familiar en ejercicio. Revisaba el drenaje, lo vaciaba, reubicaba el tubo si me molestaba. Si no hubiera sido así, hubiera contratado un enfermero para que vaya al menos una vez al día a ocuparse de las heridas.

3. La biopsia se demora. Mucho. Casi un mes. En ese tiempo te estás recuperando de una cirugía mayor, y cuando está lista recién te dan el tratamiento.

Prequimio
1. Hablá con tus hijos. Deciles que te van a inyectar unos remedios que te van a dejar pelada, deciles que tenés una enfermedad que tiene mala prensa y mucho show jolivudense, pero que estamos en 2015 y que con tratamiento y mucha pila te vas a curar.

2. Hablá con la maestra. Decile que vas a estar calva y de color gris, que se asegure de que los compañeritos no digan pelotudeces (a veces los otros padres comentan zonceras delante de sus hijos, y esos niños después van y dicen cualquiera delante de los tuyos).

3. Habla con tus allegados (marido, amigos cercanos). Deciles que no te vas a ocupar de nada durante todo el tratamiento, que sólo te vas a dedicar a aguantarlo, meterle para adelante y salir bien parada. Todo lo demás queda a cargo de ellos. Todo, todo, todo: la comida, la empleada, la ropa, los deberes, los certificados médicos, recordar dónde carajos dejaron la tijera y comprar regalo para el cumpleaños de la tía Martita. Todo.

Quimio
1. Cuanto más lenta, mejor. Cuantas más horas estés en el sillón, mejor la vas a tolerar.

2. Contratá un enfermero. Te inyecta los corticoides y antieméticos que te indica tu médico si la terapia es muy agresiva.

3. Buscate una tía, amiga o un vecino con onda para que te prepare compota. (Te dan ganas de comer algo fresco y no podés embuchar cualquier cosa. Compota rules).

4. Afeitate la cabeza y depilate antes de empezar. Yo me pasé la máquina de peluquería. Me quedaron unos pelitos, que se cayeron con el roce de la ropa y de la almohada. Después se te incrustan en el tujes o se te desparraman por todo el cuerpo. Mejor no tener pelos. Es más cómodo.

5. Se te caen las cejas. Quedás graciosa, divertite un poco con eso. Si no te reís vos, los demás no se van a animar a reírse.

Rayos
1. Son un bajón. Los médicos te dicen que no son nada al lado de la quimio, pero la verdad es que son un bajón. Pero se hacen buenos amigos en la sala de espera.

2. Se pasa mucho tiempo en la sala de espera en determinados horarios. Fijate si conseguís los primeros turnos de la mañana, llegado el caso.

General
1. Ubicá un buen sillón frente a la tele, uno en el que te puedas quedar dormida.

2. Mudate a un dormitorio cerca del baño.

3. Si tu marido duerme como un tronco, contratá un enfermero de noche para la noche posterior a cada quimio agresiva.

4. Andá a un homeópata complejista. Mi calidad de vida durante el tratamiento fue notablemente mejor en muchos aspectos gracias a eso.

5. Hacé actividad física. La que puedas. Yo alterné entre un entrenador y caminatas con mi viejo.

6. Comprate una buena gorra y lentes de sol. El sol en Tucumán es tremendo para la calva. El pañuelo te tapa la cabeza pero no la cara.

Despedida
1. Ya sé que he mezclado el usted con el vos por todo este largo escrito.
2. En serio, el mejor slogan de toda la historia es "pare de sufrir". Y te sirve para todo. Empezá a usarlo.
3. Vas a estar bien.

2 comentarios:

Neo dijo...

Sos mi idola Mariana!

Mariana dijo...

Vos también sos mi ídolo, Neo.

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